Fugas impactantes de cubanos: la historia del camión Chevrolet que navegó como balsa
La historia detrás de este escape de la Isla se convirtió en noticia alrededor del mundo y dio pie a otros dos sorprendentes inventos cubanos que sirvieron como vía migratoria
Si bien la crisis migratoria que vive Cuba desde hace varios meses es de las mayores en la historia del país, los problemas políticos y económicos de la Isla han causado por décadas que miles de cubanos arriesguen sus vidas en el mar y a través de otras vías irregulares.
“Queríamos irnos, para prosperar y tener la libertad que aquí no tenemos”, fueron las palabras que citó El País en el 2003 cuando el cubano Luis Grass Rodríguez, dueño de un camión Chevrolet de 1951, transformó el vehículo a una modalidad anfibia para cruzar el mar destino a Miami.
Grass Rodríguez viajaba con otros 11 cubanos en el camión-balsa cuando fueron interceptados por los guardacostas de Estados Unidos a 74 kilómetros de Cayo Hueso, lo cual no detuvo la propagación de la noticia.
Un año más tarde, el segundo intento del migrante cubano por cruzar el Estrecho de Florida lo llevó a utilizar una embarcación más sofisticada a partir de un auto Buick de 1959 con el interior soldado para que fuera hermético.
Como parte de la transformación del vehículo también se adhirió la proa de un bote a la parte delantera del automóvil, permitiéndole al Buick ser totalmente funcional aún con sus llantas.
El plan de los migrantes era tocar tierra en Florida, descartar las partes del bote y conducir hasta la casa de un pariente en Lake Worth. Sin embargo, el intento fue igualmente frustrado por las autoridades costeras estadounidenses.
Rafael Díaz Reyes, uno de los tripulantes repatriados del Buick, perseveró en su afán de escapar de Cuba y llevó a cabo otra incursión el 8 de junio de 2005. Su nave, una camioneta Mercury de 1949 que se utilizaba como taxi en La Habana, se diseñó siguiendo los modelos de Grass Rodríguez.
La hazaña del taxi y los migrantes cubanos corrió con la misma suerte de sus predecesores: fueron detenidos. Al respecto, la prensa española reportó que grupos del exilio en Miami lucharon por evitar la devolución de los navegantes a la Isla.
El director del Movimiento Democracia, Ramón Raúl Sánchez, pidió a la Guardia Costera que la embarcación no fuese hundida y que, “en tanto es un símbolo de la tragedia del pueblo cubano”, le fuera entregada para ser exhibida en el Museo del Balsero.
La historia de Luis Grass Rodríguez, Rafael Díaz Reyes y sus compañeros es un ejemplo de tenacidad, resiliencia e ingenio, pero también muestra la desesperación, miseria y la falta de libertades de un pueblo oprimido bajo el yugo de una dictadura.
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